La necesidad de las empresas de apostar por sistemas de organización y dirección que apuesten por la innovación, el incremento de la productividad y la transparencia es tal que el denominador común en todas ellas es: la gestión del cambio organizacional.
¿Qué es la gestión del cambio?
El desarrollo de la tecnología, los altos perfiles profesionales y la competitividad empresarial en un mundo globalizado, obligan a las empresas a cambiar el chip y apostar por modelos donde no existan frenos ni barreras y dando paso a la gestión del cambio.
La gestión del cambio consiste en aprovechar las novedades del entorno empresarial para beneficiar a la empresa directamente. No tiene por qué suponer la implementación de los últimos modelos de gestión empresarial, sino de ser capaces de anticiparnos a los cambios y crear una estructura organizativa y de trabajo flexible y dinámica.
Apostar por la gestión del cambio es algo que da vértigo a muchas empresas. Sin embargo, es fundamental para adaptarse a un entorno tan volátil y competitivo.
La cultura empresarial es un elemento que, con el paso de los años y los cambios de generaciones, va variando y adaptándose poco a poco. Y es ahí cuando, ahora en pleno siglo XXI, entra en juego la gestión del cambio organizacional, la apuesta de las organizaciones por tomar decisiones interconectadas entre sí, decisiones en tiempo real que permitan a las empresas llegar a tiempo. Es el caso de la filosofía de gestión empresarial Smart Visual Data, la cual simplifica al máximo el complejo proceso de analítica de cualquier compañía. Gestionar el cambio es fundamental hoy en día, debiendo ser prioridad máxima en la estrategia de toda compañía.
Elementos para la gestión del cambio organizacional
Sin embargo, la gestión del cambio no es algo que venga escrito y sea inflexible. Cada empresa deberá adoptar aquel modo de gestión y organización que mejor se adapte a sus necesidades y objetivos.
Así, es fundamental que toda compañía tenga presentes los siguientes elementos para la gestión del cambio:
1. Equipos.
Es básico organizar desde un primer momento el equipo que va a estar al frente de dicho cambio. Se debe apostar por un equipo dinámico y que esté adaptado a la transformación digital, empujando a la empresa hacia un cambio donde la innovación es la base.
2. Comunicación.
Dichos equipos debe estar interrelacionados y coordinados, facilitando así el intercambio de información y la toma de decisiones.
3. Cultura empresarial.
La gestión del cambio no es algo que se haga al azar. Ésta se deberá realizar en función de la cultura de la compañía, es decir, teniendo en cuenta las costumbres y modo de trabajar.
4. Liderazgo organizacional.
El ambiente en el trabajo debe ser idóneo e ir en concordancia con la intención de cambio. Además, es el líder quien deberá fijar los objetivos acordes para lograr dicho cambio de dirección y apostar por la implantación del aprendizaje continuo a través, por ejemplo, de la formación interna.
5. Trato de la información.
Cada vez más empresas apuestan por el Data Governance o gobierno de datos, estableciendo así toda una serie de protocolos de actuación a la hora de tratar, manejar y trabajar el dato, convirtiendo el proceso de toma de decisiones en algo muy eficaz y acertado.
La necesidad de implantar una cultura innovadora en un entorno tan volátil y competitivo es crucial para que nuestra compañía no se quede atrás. Apostar por la gestión del cambio deja de ser una opción para convertirse en algo totalmente necesario hoy en día. Descubre cómo Zeus puede ayudarte.