La cantidad de información que manejamos diariamente en las empresas es interminable, invirtiendo gran parte de nuestra jornada en recopilar y analizar datos con el fin de tomar óptimas decisiones. Sin embargo, existen estrategias y métodos que nos ayudan a simplificar, acotar y establecer metas muy concretas. ¿Cuáles? Uno de ellos es la definición de los KPIs (Key Performance Indicators) o indicadores clave de desempeño.
Qué es un KPI | Características de KPIs | Ejemplos de KPIs
¿Qué es un KPI?
Un KPI (Key Performance Indicator), conocido también como indicador clave de rendimiento, es una métrica que nos ayuda a identificar el rendimiento de una determinada acción o estrategia implantada en nuestra empresa. Estos indicadores nos permiten evaluar el nivel de desempeño en base a los objetivos que previamente nos hayamos marcado.
Los KPIs son esenciales para que centremos nuestra atención en aquellas tareas y procesos más relevantes y que serán necesarios para avanzar y lograr las metas propuestas.
Un KPI es una métrica que permite evaluar el rendimiento y grado de cumplimiento de las estrategias de nuestra empresa.
Los KPIs no sólo nos permiten realizar un seguimiento constante de nuestras acciones, sino que también sirven como elemento de control y detección de cualquier desviación. En caso de que no estemos obteniendo los resultados esperados, los KPIs permiten darnos cuenta de ello y reaccionar a tiempo.
Por lo general, los KPIs se visualizan de manera gráfica en cuadros de mando o dashboards, donde los equipos de trabajo obtienen información de manera prácticamente inmediata y de una forma mucho más amigable y motivadora.
Características de KPIs
Una empresa, a la hora de fijar sus KPIs, no dispone de un listado cerrado de indicadores entre los cuales tenga que elegir. Todo lo contrario. El diseño e implantación de unos u otros KPIs dependerá totalmente de los objetivos concretos de cada empresa.
Cuando se definen KPIs, se suele aplicar el acrónimo SMART, puesto que las características de los KPIs son:
- Specific (específicos): debemos de ser muy concretos, tiene que ser un dato que aporte información clara y concisa. Por ejemplo: % de productos devueltos, total de unidades vendidas, etc.
- Measurable (medibles): son métricas, por tanto, son medibles en unidades. Por ejemplo, 1,3, 489, 10.000, etc.
- Achievable (alcanzables): un KPI nos llevará a tomar una decisión y nos mostrará información relevante para nuestra planificación estratégica. Dejemos de lado datos superfluos que no nos aportan ningún valor.
- Relevant (relevantes): debemos centrarnos en factores que sean relevantes para nuestra empresa y que de verdad nos ayuden a alcanzar nuestro objetivo.
- Timely (temporales): se deben poder medir en el tiempo, ya sea de manera diaria, semanal, trimestral, anual, etc. Esto permitirá también realizar comparativas de manera muy fácil.
Es importante que cuando establezcamos los KPIs, tengamos la seguridad de que los datos de los que éstos dependen sean correctos y los tengamos disponibles a tiempo.
Un KPI, en definitiva, tiene que informar, controlar, evaluar y ayudarnos a tomar decisiones de manera óptima.
Ejemplos de KPIs
Existen diferentes indicadores clave de rendimiento, siendo necesario adaptarlos a los objetivos fijados en cada empresa. A continuación, te detallamos algunos ejemplos de KPIs:
- Kpis financieros.
- Kpis logística.
- Kpis de ventas.
- Kpis de marketing.
- Kpis para tu ecommerce.
- Kpis de recursos humanos.
- Kpis producción.
Implanta Zeus en tu empresa, desde la primera fase, ofrecemos un servicio de consultoría y asesoramiento sobre qué KPIs debes visualizar en tu cuadro de mandos.